Poco a poco, Muriel supera su desánimo, descubre su auténtica tarea y advierte que los campesinos de Beirechea, bajo sus toscas apariencias, son personas receptivas. Y en el jovén aparentemente más extraño del pueblo encuentra un hombre afectuoso y sensible que complementa su destino humano.
Es una novela que se ambienta en un pueblo alejado de la ciudad, por lo que no tiene las comodidades que la ciudad posee, es una novela realista, ya que muestra la vida tal cual es.
Lucía Baquedano |
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